lunes, 18 de enero de 2010

Una posible causa de la derrota

Antes de dejar de ser oposición a la concertación y pasar a ser oposición a la alianza, me gustaría reflexionar sobre uno de los temas que a mi entender jugó un rol importante en la derrota de Frei este domingo.
La propuesta programática de Oceanos Azules (suerte de think tank vinculado a Frei) contenía elementos innovadores (para la concertación), que se basaba basicamente en un rol más importante para el Estado, reformas constitucionales, educación pública, reformas laborales y tributarias, y trabajar por una fuerte descentralización.
Sin embargo, ante las bajas cifras que marcaba el candidato en las encuestas (comparado con su rival, hoy Presidente Electo, pero sobre todo comparado con la actual mandataria), la estrategia fue reformulada. Oceanos Azules al tacho de la basura, y ofrecer más de lo mismo.
Patética muestra en el debate Anatel previo al 13D, donde Frei, consultado acerca de sus "nuevas" ideas para la mujer, post-Bashelé, contestó "seguir con lo mismo. Eso es lo nuevo, seguir con lo mismo".
No obstante, Frei no es Bachelet (quedó claro ayer, ¿cierto?) y esa estrategia, digitada también en parte por Velasco desde su notebook, terminó en un magro 29%.
Por el contrario, el candidato de la Alianza presenta un programa que parece tan continuista como el del mismo Frei, pero invocando sus mantras por todos conocidos. Alternancia, el cambio, la puerta giratoria, el fin de la fiesta de los narcos, fin de la corrupción.
Entre dos programas iguales y dos ánimos muy distintos (Frei que parecía "Dead man walking" y Piñera que andaba con la banda en la cartera), la gente terminó por elegir al empresario.
Y en la segunda vuelta, nuevamente un diágnostico errado.
Obviamente, los 6 puntos que le faltaban a Piñera no estaban en la derecha. Menos aún, en la izquierda. Estaban en "el centro". Y Piñera fue por esos votos, con la asesoría de Hinzpeter: son votantes que aprueban el gobierno, pero que están descontentos de la concertación. Es decir, muchos votantes de MEO.
Entonces, el lobo se disfrazó de oveja. Dejó en el hotel a los dirigentes históricos de la derecha, y salió al escenario a celebrar su triunfo en primera vuelta con un montón de desconocidos nacidos en los 80 y los 90. Y se cuidó de mantener esa imagen hasta el día de hoy.
¿Qué hace la concertación cuando ve que Piñera y "la derecha" se visten de ovejas para conquistar "el centro"? Una movida de ajedrez: polarizar el discurso para que "la derecha" parezca derecha, y no "bacheletistas-aliancistas".
Piñera, como si lloviera. Con una facilidad para esquivar los cuchillazos (hasta hoy, en que sus acciones suben como espuma, el tema de los negocios no le hace mella), siguió su paso triunfal hasta la Moneda.
Y la concertación persistía. Todo lo que dijeran o hicieran les salía mal. Y Piñera, como si lloviera.
Y ahí estuvo el problema. Frei terminó captando los votos de Arrate (era que no...) pero a costa de dejarle "el centro" libre a Piñera, que no lo pescó con su polarización.
Los votos de MEO de "el centro" que pudo captar, se fueron a darle el triunfo a la alianza. Y entre ellos deben haber ido muchos antiguos simpatizantes DC, esos que alcanzaron a escuchar hablar de la falange (con lo moderno de nuestro padrón electoral, no se puede esperar otra cosa) y que al final del día ven con más simpatía a Sebastian y Allamand que a Escalona y otros "upelientos".
Ahí perdió la concertación. Perdió cuando dejó de ser el conglomerado político que convocaba tanto a la izquierda (que veía avances en sus áreas de interés "en la medida de lo posible") como también a los moderados de "el centro", que en el fondo no aspiran a más que un país medianamente justo y en orden, con oportunidades para sus hijos, por los que se sacan la cresta día a día.

1 comentario:

  1. El último párrafo resume todo lo que, en mi humilde opinión, pasó...Bien por chilejoven.

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