domingo, 17 de enero de 2010

Nuevos vientos... ¿qué clase de vientos?

Rosende, con mucha mayor dignidad que Alberto Cardemil en 1988 (mucho menos sudor y cifras no truchas) entregó el primer computo, con un poco más de 60% de mesas escrutadas, favorable a Sebastian Piñera.
Felicitaciones entonces a quienes votaron por él.
Pero no se le viene fácil al Presidente-Empresario.

Quizás no es hora de numerarlos, pero son muchos los factores que pueden transformarse en graves tropiezos para un gobierno de centro derecha. Esperemos, por el bien de Chile, que puedan sortearlos, sino con éxito, al menos causando el menos daño posible a nuestro país.

Por el lado de la concertación. Ufff.
Creo que nunca como en este momento adquirieron tanta validez las críticas de MEO durante la campaña, y eso exige que se haga un serio reestructuramiento de las cúpulas de los partidos y del funcionamiento de la Concertación en general. Suponiendo que mañana todavía quede concertación.
De momento, el intento de Latorre y Escalona de hacer un discurso, interrumpido por la gente presente en el comando, es una muestra de lo que "el pueblo llano de la concertación" está esperando para comenzar: las cabezas en una bandeja de plata, cual Salomé en las piernas del rey Herodes.

Sin embargo, mi preocupación de fondo no son los 4 jinetes del apocalipsis (que no creo, como muchos que trataron de asustarme, vengan cabalgando hacia Chilito), sino, como viejo zoon politikon, la calidad de la Política.
No me olvido que fue la derecha la que instaló el discurso de los "problemas reales de la gente", que significaba el fin de la política y la instauración de pura "buena gestión" basada en encuestas de "preocupaciones". Adimark averigua qué le preocupa a la gente, y el ingeniero Hinzpeter dice qué, cómo y cuándo hay que hablar. Esa lógica, asimilada por la concertación, y que en gran medida creo es parte importante de esta derrota, es la que elimina la discusión política e instaura la pura "buena gestión". Por eso nuestras elecciones, hace muchos años, vienen careciendo de ideas y son sólo un despliegue de marketing político.
Eso me preocupa. Que esa precariedad en la que vivimos hoy termine por convertirse en completa indigencia.
El resto de las preocupaciones... las iremos viendo en el camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario